sábado, 22 de octubre de 2011

Discos duros de 18TB con “un punto de sal”








Que los avances en almacenamiento en los últimos años han sido espectaculares es indudable; no hace más de 5 años peleábamos por “enormes” unidades de 250 y 500GB como la cima insuperable en los discos duros domésticos, mientras que hoy observamos modelos de 1 Terabyte y pensamos que se quedan cortos. Pero un salto mayor a estas alturas, requiere un descubrimiento inaudito. Aunque todos los fabricantes siguen trayendo mejoras que incrementan la densidad de almacenamiento de las unidades de disco, estas se quedan en una mera anécdota en comparación al avance conseguido por investigadores del Instituo de Investigación e Ingeniería de Materiales de Singapur, liderados por el Dr. Joel Yang, quienes han conseguido una auténtica proeza: aumentar hasta 18 Terabytes la capacidad de los discos duros — en teoría — incrustando un número muy superior de bits en un área específica añadiendo un “ingrediente secreto”, la sal.

Los discos duros, como muchos sabréis, se componen de superficies magnéticas, con gránulos de medidas nanoscópicas, que se agrupan en pequeños “montones” capaces de cambiar según el cabezal con propiedades para alterar sus campos magnéticos pasa por encima, formando grupos identificables de “unos y ceros”. El equipo de investigación encargado del estudio ha conseguido, añadiendo sal a la solución nanolitográfica que separa los minúsculos gránulos magnéticos, que estos se comporten de un modo autónomo, anulando la necesidad de agruparlos. De este modo, cada pequeño punto magnético puede ser convertido en una unidad de información (1 o 0), con lo que la densidad de los discos magnéticos se puede incrementar de un modo drástico.

Por el momento, han conseguido hacer una demostración con una densidad de almacenamiento de 1.9 terabits por pulgada cuadrada, aproximadamente cuatro veces la capacidad de los discos duros actuales de mayor tamaño por plato. El equipo del Dr. Yang ha logrado crear puntos tan diminutos que las unidades basadas en este nuevo proceso podrían alcanzar una densidad de hasta 3.3 Terabits por pulgada, llegando a producir discos duros de hasta 18 Terabytes, en un futuro próximo. Por supuesto, estamos ante un estudio sin concluir, con lo que muy probablemente no seremos testigos de ningún cambio significativo en la actual tecnología de fabricación de discos magnéticos al menos durante un par de años, pero la cosa promete, y en estos tiempos en los que los formatos de alta definición, juegos de última generación y pesadas suites profesionales ocupan un gran espacio en nuestros discos duros, este es un avance que será muy, pero que muy bien recibido.



gizmologia.com

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